Comentarios (0)ISABEL
La muerte de Isabel
Director:
Jordi Frades
Guión:
Clara Pérez Escrivá, Juan Carlos Blázquez y José Luis Martín
Emisión: RTVE. 2014. Producida por Diagonal TV.
Reparto:
Michelle Jenner, Roberto Sancho, Eusebio Poncela, Irene Escolar, Lluis Soler
La serie comienza con la muerte del rey Enrique IV y los preparativos de la proclamación de la princesa de Asturias, Isabel, como reina de Castilla. En un gesto elocuente, sin consultar a su marido, se autoproclama reina de Castilla.
Para los apasionados de la historia, la vida de Isabel la Católica resulta algo más que emocionante ya que narra la vida de la que fue una de las mujeres más relevantes de la historia de Europa. El año 1474 asumió el trono de Castilla defendiéndolo con uñas y dientes hasta su muerte.
La tercera y última temporada de esta serie nos cuenta el final de la gran reina española. En 1496, muere su madre, su hija Juana contrae matrimonio con Felipe “el Hermoso”, su hijo Juan y la archiduquesa Margarita van a ser padres pero su hijo Juan murió a los 8 meses y Margarita, desolada, tuvo un aborto ante la tristeza que le causa la muerte de su marido. Para mayor dolor, su hija Isabel, que iba a ser jurada como heredera, murió durante el parto de su hijo Miguel, el cual también falleció cuando tenía sólo 2 años. Aquí es cuando vemos en Isabel a una mujer destrozada.
Isabel además era reina, le había costado mucho lo que había conseguido y sabe que, todo por lo que ha luchado, se va quedar en agua de borrajas con la llegada de Juana y Felipe. Ella vio la fragilidad emocional de su hija y la ambición de Felipe, y esto le costó que su salud empeorara aún más. Tampoco ayudó la marcha de su hija María a Portugal y la viudedad de Catalina. Mientras tanto, Fernando el Católico estaba en plena batalla con Luis XII de Francia por el dominio de Nápoles.
En sus últimos días de vida, Isabel es persuadida por Fernando para que lo nombre regente, para evitar que Felipe el Hermoso se haga con el poder en Castilla. Insta a los grandes Fray Hernando de Talavera, arzobispo de Granada, y Jiménez de Cisneros, Consejero y confesor, a colaborar estrechamente por el bien de la Iglesia. Se mantiene firme frente a los nobles que conspiraron contra ella. Finalmente Isabel muere en 1504, tras hacer y completar su testamento y después de dos años de dura enfermedad en los que no dejó de ejercer como providente Reina de Castilla.
